jueves, 17 de enero de 2008

A la caza del amor

"Pero sintió cómo la embargaba una felicidad extraña, salvaje y desconocida, y supo que aquello era el amor.
Dos veces en su vida lo había confundido con otra cosa; era como cuando una persona va por la calle y ve a alguien que cree que es un amigo suyo: le silba, le hace señas y corre hacia él, pero no sólo no es el amigo, sino que ni siquiera es parecido. Al cabo de unos minutos aparece el amigo y entonces resulta incomprensible haber podido confundir a otra persona con él. Linda estaba contemplando ahora el verdadero rostro del amor y lo sabía, pero le asustaba que hubiese llegado de una forma tan fortuita , a consecuencia de una serie de accidentes. Intentó recordar cómo se sentía cuando quería a sus dos maridos, al principio. Debió de haber alguna emoción fuerte y apremiante; en ambos casos había trastocado su vida, había disgustado a sus padres y amigos para poder casarse con ellos, pero no lo recordaba. Sólo sabía que nunca en toda su vida, ni siquiera en sueños, y eso que había tenido grandes sueños de amor, había sentido nada remotamente parecido".

Nancy Mitford. "A la caza del amor".
Ed. Libros del Asteroide.
www.librosdelasteroide.com

No hay comentarios: